Puedo imaginarme quizás un mundo sin cámaras....puedo imaginarme MI mundo sin Mi cámara....pero no me lo puedo imaginar sin caballos.
Es verdad, yo estaba perdida en mi mundo sin sentido, no veía más allá de un metro delante de mis ojos...nada tenía realmente sentido para mí...ni el instituto (¿qué más daba suspender o aprobar?), ni los amigos (no tenía, quizás una o a lo sumo dos, que no sé si realmente llegaban a la categoría de amigos)....todo cambió hará dentro de poco 5 años, primero con mi perrito Simba, tan pequeño y tan grande ayuda para mí, que me ayudó a darme cuenta de la importancia de insignificantes cosas, que me hizo ver el mundo de otra forma...mi vista se hizo en ese punto más amplia....pero realmente el gran giro se produjo hace dos años, cumplidos el día 1 de febrero. El día 1 de febrero de 2008, viernes, a las 5:30 de la tarde...fue la primera vez que monté a caballo...esa hora que pasé encima de Blanquita, una bonita y anciana yegua, fue la primera de tantas horas que los caballos estarían a mi lado.
En la hípica, lugar que anulan a los caballos como seres individuales, conocí a Wilma, la yegua castaña y rebelde, que me mostró su alma de yegua, de caballo tal y como es, ser único e individual.
Gracias a ella encontré mi lugar, encontré mi pequeño gran lugar aquí en Ourense, en Ardai y sus 5 caballos y 5 perros....familia que actualmente ha crecido a 6 caballos y 6 perros.
Allí aparecí yo un día y ahí sigo, aprendí a querer a los caballos tal y como son, y a aceptarme a mí misma tal y como soy.
Da igual que me encuentre mal, da igual que no esté peinada, arreglada, bien vestida, que sea fea o no....un caballo, un perro....te quiere igual...sin duda son la mejor medicina contra absolutamente todo....
y otra vez estoy esperando poder pasar una tarde sólo sentada y mirando a estos bellos animales haciendo cualquier cosa, ellos siempre tan bellos, tan nobles, tan únicos....
no existe caballo feo o caballo malo en el mundo...sólo existen personas que no saben comprender el alma pura del animal....hay caballos juguetones y los hay que no, hay caballos mimosos y los hay que no....hay caballos rabudiños y los hay que no....pero tener o comprar un caballo es como la familia(debería serlo), los tienes y punto, tienes que acpetarlos porque así son, y no dejarán nunca de ser tu familia. Tener un caballo es tener un amigo, un hermano...y maldigo a la gente que cambia a su hermano por otro "mejor", como si fuera algo desechable...
Cada vez mi vista se va ampliando un poco más, he cambiado y sigo cambiando, como todo en este mundo. La fotografía también me ha ayudado a ello....y aunque para mí los caballos son una esfera infinitamente más grande, siempre me gusta tener mi cámara conmigo, para guardar siempre pequeños instantes...instantes decisivos, instantes que nunca se van a repetir...
gracias a todos esos caballos que han pasado por mi vida en estos dos años...todos y cada uno de ellos me ha aportado algo...
gracias a todos los perros que han pasado por mi vida, en especial a mi pequeño gran simba.
http://www.naturalardai.es
0 comentarios:
Publicar un comentario